11 de junio de 2013

Monte Caseros en el III Encuentro Latinoamericano de señas


Monte Caseros en el III Encuentro Latinoamericano de señas

Personas sordas e Intérpretes de lengua de señas de distintos puntos del país, de Uruguay y Brasil, se dieron cita en Paraná, para discutir los desafíos que plantea la interpretación, comunicación y derechos de la comunidad con sordera. En representación de Corrientes, desde Monte Caseros participaron Martín Pascua, Verónica Belyín y Darío Echeverri, junto a trabajadoras sociales y la concejal Ester Dotro quienes concurrieron gracias a la gestión y apoyo de la Directora de Discapacidad, Laura Agoltti y el intendente, Eduardo Galantini.
Durante tres jornadas consecutivas, unas 250 personas provenientes de Salta, Jujuy, Mendoza, Córdoba, Catamarca, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires, interior de Entre Ríos y también de Uruguay y Brasil, pudieron aproximarse a las demandas concretas de la comunidad con sordera del país y la región, y debatir en forma conjunta, sobre la imperiosa necesidad de mejorar la formación de los intérpretes de lengua de señas.
Unos y otros, oyentes y personas con sordera, participaron de este III Encuentro Latinoamericano de Sordos e Intérpretes de Lengua de Señas, que tuvo lugar del 6 al 8 de junio en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) en Paraná.
“El reclamo que hacen los sordos es el de contar con intérpretes formados y que esa formación sea pensada no sólo por oyentes sino junto a la comunidad sorda porque ellos saben qué es lo que necesitan y han reflexionado mucho sobre su lengua y tienen mucho para aportar”, dijo la responsable de la Tecnicatura en Intérprete de Lengua de Señas, María Eugenia Almeyda, que a partir de este año empezó a dictarse en la capital provincial.
Es que la falta de una mayor oferta de carreras que brinde esta formación universitaria de intérpretes es uno de los factores que atenta contra el derecho a la comunicación de las personas sordas.
“Necesitamos más contenidos, más profundidad, para comunicarnos mejor”, apuntó en su lengua, Agustín Rodríguez, estudiante avanzado de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Córdoba.
Es que se trata de “una lengua viva que requiere de una actualización permanente, también implica una mayor conexión con las asociaciones de sordos y la comunidad, de lo contrario se hace un manejo pobre de la lengua de señas. La profundización tiene ver con el manejo de la lengua de señas y también con la formación para que la interpretación sea de calidad. Por eso nuestra tecnicatura está en el marco de las Ciencias Sociales y de un discurso de calidad en español. Si eso no existe, se devalúa mucho al interpretar y lo que te queda es el discurso desarticulado y pobre del mediador”, agregó Alfonsina Angelino, del programa La producción social de la discapacidad, de Trabajo Social.




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